Laila entró en el refugio siendo un bebé de pocos meses, al principio estaba muy asustada de ver tantos gatos pero poco a poco se fue adaptando y vió que sus compañeros no iban a hacerle daño. Así empezó a formar parte de la familia felina de La Bienvenida. Fueron pasando los meses y Laila creció en el refugió hasta hacerse una preciosa gata vaquita adulta.

Por suerte la estancia de Laila en la protectora no llegó a durar ni un año ya que una familia alemana se fijó en esta preciosidad y la adoptó. Laila se encuentra con una familia alemana donde encajó a la perfección desde el primer momento, se lleva genial con la otra gata que estaba en el hogar, su familia se ríe mucho con ella pues cuando llegó por primera vez a su nuevo hogar se puso a explorarlo y se la encontraban en los sitios como en el sofá, en el sillón, en la ventana, en la estantería, tumbada en el suelo… Laila aparecía en cualquier sitio.

Nos alegra mucho ver que poco a poco los gatos de La Bienvenida también son adoptados, pues hoy en día cuestan mucho más las adopciones felinas que caninas. Así que ahora Laila tiene una feliz vida gatuna que esperemos que sea muy larga…