Hoy ha sido un día muy duro para todos los voluntarios que formamos parte de la Protectora La Bienvenida, nuevamente nuestros corazones se han partido, nuestras almas han quedado destrozadas porque hemos sufrido una gran pérdida.

Hoy hemos tenido que despedirnos de nuestra queridísima Amapola, nuestra mayor veterana en el refugio, que desgraciadamente HA PASADO ALLÍ 16 AÑOS DE SU VIDA. Algunos de los voluntarios más antiguos aún recuerdan su llegada siendo un bebé, junto a su hermano Amapolo (el cual murió posteriormente en el refugio). Ambos fueron encontrados dentro de un saco y por suerte rescatados.

Hoy estamos devastados, es de esos días que faltan las fuerzas para seguir hacia adelante, te preguntas cómo es posible que en 16 años NADIE haya detenido su mirada en ella, nadie le ha dado la oportunidad de saber lo que es un hogar o una familia, ya que nunca ha estado acogida o adoptada. Se ha marchado sólo conociendo el calor del verano en la protectora, el frio y húmedo chenil en invierno y las caricias que en sus últimos días nos ha permitido brindarle. Entendemos que Amapola no lo tenía fácil, pues el miedo que sentía por los humanos era grande desde que entró en el refugio, nos quedará para siempre la duda de si todo habría sido diferente si le hubieran brindado la oportunidad de ser adoptada, si habría podido superar sus miedos y haber sido feliz.

Finalmente su cuerpo se hizo mayor de tanto esperar esa oportunidad y hace un mes comenzó a tener achaques debido a su edad, a lo largo de los últimos días hemos tenido que ver cómo la luz de su vida se iba apagando poco a poco, sin poder hacer nada hasta tenerla que dormir hoy en el veterinario, finalmente.

Lo único “bueno” que hemos podido sacar de este día es que no podemos darnos por vencidos, tenemos que seguir luchando, pues no estamos dispuestos a volver a pasar por una situación así. Nos negamos a que un animal pase toda una vida en un chenil sin saber lo que es el calor de un hogar y el amor de una familia. Esto no puede volver a repetirse porque no es justo, así que habrá que seguir luchando para que nuestros más veteranos salgan adoptados de La Bienvenida.

A pesar de ser una perra con problemas de socialización era muy querida por los voluntarios, debido a que ha sido el animal que más años ha pasado allí, hasta el momento. Donde estás Amapola ya no hay dolor, te has reunido con todos los compañeros que al igual que tú no han tenido esa oportunidad. Seguro que nada más cerrar los ojos te has reencontrado con tu hermano Amapolo y ya eres finalmente feliz.

TE QUEREMOS PRECIOSA, D.E.P. Amapola