Junto con su hermano Tom, fueron encontrados tras caerse de un árbol. Ángela ha estado bastante tiempo en el refugio donde se defendía perfectamente y hacía vida con la michimanada. Pese a su pequeña ataxia nada es imposible para ella, es fuerte, juguetona y cariñosa; algo que no deja de demostrar en su casa de acogida donde ahora disfruta del amor y cuidados de un hogar.
Es una fuertota diez, adóptala!
Este animal ya no está en la protectora
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